Acerca de
"Queremos recuperar la pasión"
Historia completa
Muchas parejas, cuando solicitan nuestra ayuda, es porque ya se han resignado. Ya no encuentran la solución a tantos problemas y acuden a nosotros como último recurso para descubrir si el problema reside en uno de los dos o si finalmente ya no hay nada que hacer.
​
Una de las primeras preguntas que suelo hacer, en las terapias, es si se quieren.
Puede parecer que la respuesta sea evidente, pero os sorprendería saber que, en más de una ocasión, el problema reside, precisamente, en que ambos o una de las partes ya no quiere estar con la otra persona.
Es importante identificar en qué momento se encuentra la relación, es decir, es vital que, inicialmente, la pareja reconozca donde reside la carencia.
A veces, ocurre que hay mucho amor, pero poca pasión o al revés mucha pasión y poco amor.
Recuerdo a una pareja que recurrió a nosotros para reconducir su relación. Se querían mucho y era evidente, pero el tiempo hizo que la pasión entre ellos fuera cada vez a menos hasta casi desaparecer.
Cuando me explicaron el motivo por el cual necesitaban ayuda, les pregunté qué es lo que querían lograr con esta terapia.
La respuesta fue clara, ambos contestaron lo mismo:
"Queremos recuperar la pasión"
Entre ellos lo habían hablado muchas veces, pero les resultaba difícil llegar a una conclusión. La pregunta que habitualmente se hacían era:
¿Por qué se ha ido la pasión? ¿Qué ha ocurrido?
Cuando identificamos un problema, por defecto, nos centramos en ese problema y no somos capaces de mirar más allá. Provocamos en nosotros mismos un efecto túnel. Es importante expandir esa atención a otras áreas con el objetivo de buscar una solución a ese conflicto que, en esos momentos, tanto nos preocupa y afecta a otras áreas de nuestra vida.
Dicho esto, cuando esta pareja me explicó cómo gestionaban este conflicto, me di cuenta de que ponían todo su foco en la falta de pasión y no pensaban que quizás había otras carencias que repercutían en la pasión.
Así que, les propuse una dinámica de preguntas para descubrir las necesidades de ambos.
Cada uno de nosotros tenemos una serie de necesidades y si éstas están cubiertas todo fluye con más equilibrio y nos sentimos más realizados.
Empecé con las preguntas y descubrí las verdaderas necesidades de los dos. Algunas de ellas no estaban casi cubiertas provocando malestar.
En el caso de ella, sus necesidades básicas eran sentirse amada, reconocida y deseada. También necesitaba diversión en su vida.
En el caso de él, necesitaba la validación de su pareja, sentirse amado y disponer de libertad.
Cuando conocieron las necesidades del otro, las caras de ambos cambiaron.
Empezaron a darse cuenta que quizás estaban intentando solucionar el problema por el camino que no era.
En ese momento, la curiosidad por saber, por conocer, por comprender era increíble. Estaban entendiendo lo importante que es conocer las necesidades del otro.
Comprender que cada persona tiene sus propias necesidades y que no tienen porque ser las mismas que las tuyas te abre un montón de posibilidades para que tu relación mejore y se expanda.
La intervención llegó a un momento muy bonito, estaban preparados para descubrir cómo cubrir estas necesidades en el otro.
Era evidente que se amaban y por fin empezaban a darse cuenta que no solo podían poner el foco en uno mismo, sino que también en el otro.
Una relación no es un "tu y yo" es un "nosotros". Es amor y crecimiento. Es admiración por el otro y aprendizaje.
Ella empezó a explicar con respeto y cariño cómo necesitaba que se cubrieran sus necesidades.
Necesitaba sentirse escuchada cuando ella explicaba algo, se sentía mal cuando al hablar no se la miraba a los ojos y su pareja hacía otras cosas.
Necesitaba sentirse deseada, que él la buscara, durante el día, con bromas, con juegos. En definitiva, necesitaba presencia.
Para ella la diversión también era muy importante y una de las cosas que le gustaba hacer era quedar con sus amigas, pero no lo hacía porque sentía que a él no le gustaba y no quería que se enfadara.
​
Cuando él escuchó lo que ella necesitaba se quedó sorprendido. Tantos años juntos y no se había dado cuenta de lo importante que para ella era que se la escuchara con los 5 sentidos.
Él no se sintió para nada juzgado, al contrario, por fin comprendía porque a veces había esa frialdad y rechazo entre ellos.
Con él hicimos la misma operación y cuando ella descubrió lo que realmente necesitaba su pareja sintió un profundo alivio. Sabía lo que tenía que hacer para mejorar la relación y el bienestar de la pareja.
Cuando dos personas que se aman descubren cómo darle un nuevo sentido a la relación para, en definitiva, ser felices se genera una energía preciosa.
En esos momentos solo existe, amor, comprensión, admiración e ilusión por seguir creciendo juntos.
En una relación pueden pasar muchas cosas, se pueden cometer errores, pero se pueden corregir y aprender de ellos para ser mejores personas y conseguir una relación plena.
​
Sí sientes que estás en una situación parecida contáctanos.
La felicidad está al alcance de todos.
​
Sole
Interventora estratégica