Queremos llegar a nuestros sueños sin pasar, ni un segundo, por el dolor.
Queremos llegar como por arte de magia. Sin esperas y por supuesto, sin errores.
Quizás, condicionados por frases muy fantasiosas en las redes sociales o por el qué dirán.
Asociamos los errores al fracaso o la equivocación.
¿Y si transformamos el fracaso en aprendizaje?
Si observamos un camino cualquiera, veremos que siempre hay piedras. Algunas más grandes y otras más pequeñitas. Podemos verlas de dos maneras:
Como un obstáculo.
Como una oportunidad.
Si elegimos la primera opción, nos detendremos y regresaremos al mismo punto de partida, sin experimentar lo que hay al otro lado del obstáculo. Es decir, seguiremos igual.
Si elegimos la segunda opción, experimentaremos, desde el valor, lo que hay al otro lado y nos brindará la oportunidad de ver más allá. De este modo, nos sentiremos más preparados para sortear la siguiente piedra que nos encontremos.
Superar dará lugar a que estemos un poquito más cerca de nuestro propósito y, aunque quizás haya costado, nos sentiremos orgullosos y con más fuerza para afrontar el siguiente obstáculo. Con el tiempo veremos oportunidades.
Sí, entendemos que para lograr nuestros sueños necesitamos tiempo y aceptamos que para llegar a ellos podemos encontrarnos con sorpresas. Entonces, acogeremos estas sorpresas como medio para que nos ayuden a reajustar el camino y así, poder llegar a nuestro objetivo.
"En los momentos difíciles es cuando nos preguntamos, ¿por qué?"
Aprovecha estos momentos porque aunque nos hacen conectar con el sufrimiento, también nos hacen conectar con nosotros mismos y nos ayudan a reajustar nuestras expectativas y a pensar en cómo podemos conseguir lo que realmente queremos.
Cada error, obstáculo o fracaso nos da la oportunidad para ser más precisos en el "cómo hacerlo" para lograrlo.
Se trata de obtener resultados, de ir dando pasos y entender que para llegar a nuestro objetivo, posiblemente pasaremos por momentos dolorosos.
Imagina como sería tu vida si consigues tu sueño.
Lucha por conseguirlo con disciplina, constancia, ilusión, motivación y aceptando los obstáculos como aprendizaje.
No olvides tu "para qué" durante el proceso, te servirá como palanca para afrontar los retos que se presenten a lo largo del camino.
"Nada se consigue sin hacer nada"
Pensamos demasiado en lo malo que nos puede ocurrir por el camino. Son nuestros pensamientos que nos perturban. Nos invaden nuestros miedos y no nos dejan avanzar.
El miedo siempre convivirá con nosotros, pero no dejemos que ocupe más lugar del que le corresponde.
El miedo nos alerta de un peligro y es fabuloso que nos pueda avisar, pero no dejemos, que con nuestros pensamientos, ese peligro se haga más grande de lo que es, saboteando nuestra oportunidad de avanzar y reduciendo nuestras posibilidades de llegar a nuestro propósito.
Si somos conscientes del papel que juega el miedo en nuestra mente, con el tiempo, seremos capaces de controlarlo y se convertirá en una ayuda y no en una limitación.
Recuerda que al otro lado del miedo está lo que tu deseas conseguir.
Te propongo que, sabiendo que nos encontraremos sorpresas por el camino, disfrutes del proceso y celebres cada reto que superes.
Cada vez que lo consigas, no esperes que otros también lo celebren, ellos no saben lo que tú has luchado por conseguirlo, no le darán el mismo valor que tiene para ti. Tú eres quien ha vivido las decisiones que has tomado y sabes lo que para ti han significado. Si, ante cada logro no generas expectativas de como reaccionarán los demás, cada gesto que te llegue lo agradecerás mucho más.
Apreciarás cada detalle y disfrutarás mucho más del proceso.
Se flexible. Inicialmente marcarás unos objetivos, pero posiblemente a medida que vayas avanzando necesitarás hacer algún cambio. Quizás te retrases, acéptalo, forma parte del proceso.
No pierdas de vista a dónde quieres llegar y no te detengas. !Lo conseguirás!
"Todo lo que hagas, hazlo con el corazón".
En el corazón está la verdad.
Hazlo con amor, tolerancia, comprensión, perseverancia, aceptación hacia uno mismo y hacia los demás y los resultados que obtengas serán mucho más gratificantes. Habrá valido la pena.
La felicidad está al alcance de todos.
Lucha por encontrarla, todos somos merecedores de ella.
Haz que tu luz no deje lugar para tus sombras.
Soledad
Maravillosas reflexiones como no podía ser de otra forma viniendo de quien viene.
Con Amor ante todo.
Ricard Llastarry Namaste